jueves, 4 de noviembre de 2010

A mi Madre

Suavemente las palabras van al viento
y como gotas de rosio se esfuman
tus cariños y dulsuras transcurridos
los guardo entre mis pechos

si tu sufres, mi alma se desgarra
y al ver la lagrima correr por tus mejillas
correria pidiendo ayuda al cielo
para que transforme tu tristeza en alegría

Aqui estoy yo, Madre querida
con mi caracter, y siguiendo mi camino
no por eso olvido tus caricias
ni los esfuerzos que por mi has sufrido

Nuevamente te agradesco hoy en tu día
que digas "hija estoy con tigo"
pues existes, y yo existo.

¡Ho Madre!, la vida es ardua.
Como la rosa se abre al sol,
mira hacia el cielo fervorosa,
y en silencio escucharas ¡cuanto te quiero!

Lydia Sujmajier Corvalán
18/10/2009

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